Una nueva noche de protestas en Barcelona por la encarcelación de Pablo Hasél ha dejado cuantiosos destrozos en comercios y mobiliario urbano.

Barcelona, o como muchos ya la llaman, la ciudad sin ley, ha vivido una noche más de disturbios por la encarcelación de Pablo Hasél. Dos semanas después de su entrada en prisión continúan los saqueos, destrozos y ataques a la Policía. Por su parte, Marlaska sigue desaparecido.
Esta madrugada se ha vivido un momento muy tenso cuando decenas de manifestantes han rodeado dos furgones de las Guardia Urbana de Barcelona. Los antisistema han tirado todo tipo de objetos a los furgones, incluidos cócteles molotov, que han hecho incendiar a los vehículos con varios policías dentro.
Por suerte, los policías han podido salir ilesos de los vehículos. Este hecho demuestra lo que vienen denunciado varios sindicatos de policías sobre estas manifestaciones y el objetivo de los manifestantes de «acabar con un policía muerto».