El supuesto emisario de Putin, Nikolai Sadovnikov, habría ofrecido soldados armados y millones de dólares a una Cataluña independiente

Lo de los independentistas catalanes es de traca. Han puesto el grito en el cielos por las escuchas legales a muchos de sus dirigentes lo que ha provocado que el propio Presidente Sánchez claudique ante ellos para seguir manteniendo su apoyo. Y ahora ha salido a la luz que el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se reunió el 26 de octubre de 2017 con varios supuestos «enviados de Putin». Justo la noche anterior de que se votara la Declaración Unilateral de Independencia en el Parlament.
Investigación internacional
El principal interlocutor era Nilokai Sadovnikov, un exdiplomático soviético y ruso que tenía un historial de representación del Kremlin en áreas de conflicto sensibles. Es la conclusión a la que ha llegado una investigación internacional liderada por OCCPR (Organized Crime and Corruption Reporting Project).
Según esa investigación, el encuentro se produjo en la Casa dels Canonges. En ella, Sadovnikov garantizaba a Puigdemont 10.000 soldados y 500.000 millones de dólares si Cataluña se independizaba. A cambio, Rusia se garantizaba que Cataluña aprobara una legislación favorable a las criptomonedas, convirtiéndose en un paraíso fiscal para el dinero digital.
En el informe de la OCCPR, Sadovnikov reconoció que viajó a Barcelona a finales de octubre de 2017, aunque negó su conexión Rusia, ni que ofreciera nada al independentismo catalán. Aseguró que había estado en la Ciudad Condal y que se reunió con alguien aunque «no sabía realmente» de quién se trataba. Al intentar preguntarle si identificaría a Puigdemont en una foto, Sadovnikov alegó que tras el COVID su vida no era la misma: «en 2020 prácticamente morí y he vuelto a nacer», aseguró.
Independentistas y Rusia de la mano
Toda esta información apuntala de forma más que evidente las conexiones del independentismo con Rusia. Recordemos que este hecho ya han provocado que el Parlamento Europeo haya dado luz verde a investigar estos contactos entre los separatistas y el Kremlin. Con ellos Putin pretende «desestabilizar» la democracia en la UE, justo el mismo objetivo que tiene el independentismo catalán con el Estado español.