El entrenador nacional ha disfrutado de sus grandes pasiones: el buceo y el ciclismo

El asturiano, Luis Enrique, necesitaba unos cuantos días de desconexión después del desgaste de la Eurocopa donde España se quedó a nada de pasar a la final al ser derrotada por Italia. En búsqueda de relax ha viajado hasta la costa balear, donde ha disfrutado de unas vacaciones más que merecidas con su mujer, Elena Cullel, y parte de su familia en Formentera. Bañándose en la playa y compartiendo risas y baño con su esposa y un grupo de amigos, se ha visto al exfutbolista de lo más relajado en la isla pitiusa.
Luis Enrique ha practicado el buceo, una afición que ha podido poner en práctica a la perfección en las cristalinas aguas mallorquinas y que más le han entretenido. A sus 51 años, el seleccionador español ha presumido de una envidiable figura que conserva a base de deporte. Su pasión es montar en bicicleta, habiendo completado exigentes pruebas como subir el Mortirolo, el Tourmalet y la Marmolada