Pablo Iglesias asegura ante el juez que las caceroladas frente a su mansión afectaban a su «rendimiento laboral» cuando era vicepresidente

El candidato podemita ha asegurado ante al juez que las caceroladas y las protestas frente a su casoplón afectaron a su «rendimiento laboral» cuando era vicepresidente del Gobierno. Así lo manifestó el secretario general de Podemos durante la declaración, en calidad de perjudicado, tras querellarse contra Miguel Frontera, el vecino que hacía sonar el pasodoble Y viva España, de Manolo Escobar, frente al domicilio de Iglesias e Irene Montero en Galapagar (Madrid), en protesta por la gestión de la crisis de la pandemia.
En la declaración el instructor pregunta a Iglesias: «¿En sus funciones como vicepresidente le está afectando de alguna manera?». Ahondó: «¿Está dejando de realizar algún cometido que tuviera?».
Pablo Iglesias, con tono victimista, responde sobre las protestas ante el casoplón: «Es indubitable cuando tienes la cabeza en otra cosa. Yo entiendo que me va en el salario que haya protestas en mi lugar de trabajo, en el Ministerio. Pero cuando llegas a casa, que es un espacio familiar, si te encuentras con una situación así mentalmente estás en otras cosas. Es mucho más difícil cumplir con tus tareas y tus responsabilidades en la medida en que el espacio se ve afectado y esto crea estrés, al tener que evitar que los niños sufran. Lo que estamos viviendo es muy complicado de llevar y claro que afecta al rendimiento laboral».