Miles de pájaros muertos han inundado las calles de Roma tras los fuegos artificiales de Año Nuevo.

La ciudad de Roma ordenó la prohibición de fuegos artificiales personales y endureció el toque de queda con el objetivo de frenar la extensión del Coronavirus durante la Nochevieja. Las medidas fueron ampliamente ignoradas llenando la ciudad de espectáculos pirotécnicos poco después de la entrada en el 2021.
El resultado de dichos incumplimientos ha sido la de más de 15 heridos por el manejo de pólvora y cientos de estorninos muertos por la calles de la ciudad. Estos pájaros, en su intento de huida de los fuegos artificiales, se estamparon contra las fachadas de los edificios y muchos de ellos murieron por infartos dejando una estampa muy inusual en sus calles.
Muchos son los animalistas que han aprovechado este suceso para reivindicar la necesidad de prohibir de forma permanente el uso de este tipo de espectáculos ya que afecta a «nuestra relación con la naturaleza».